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        | ¿Qué es el Síndrome del Tibial Posterior?
 
 El músculo Tibial Posterior viene de la parte posterior del  hueso de la espinilla (tibia) y discurre junto a un tendón que pasa por detrás  de la prominencia ósea de la parte interna del tobillo (maléolo medial). La  inflamación del Tibial Posterior puede producirse a la altura del maléolo  medial o más abajo, donde se inserta el tendón al llegar al pie.
 Las personas  que tiene hiperpronación del pie tienen más posibilidades de sufrir esta  lesión.
 Los deportistas que practican deportes en los que el pie rota  hacia dentro con frecuencia como en el patinaje o atletismo en curvas  pronunciadas están también más expuestos a este tipo de lesión.
 |  |  |    Síntomas del Síndrome del Tibial  Posterior: 
        
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            Dolor en  la inserción  del tendón en el hueso escafoides del pie.
 
Dolor cuando el tendón se desliza en su vaina durante la  actividad.
 
Tumefacción alrededor del maléolo medial (el saliente óseo de  la parte interna del tobillo). |  |  |    Tratamiento del Síndrome del Tibial  Posterior: 
        
          | ¿Qué puede hacer el deportista? 
              Mantener el pie en reposo durante 2 semanas.
 
Aplicar hielo los 3 primeros días.
 
Pasado este periodo, aplicar calor.  
              Consultar con el fisioterapeuta que le  aconsejará sobre la rehabilitación y medidas ortésicas si es necesario. La corrección de la hiperpronación suele hacer que los síntomas remitan. El fisioterapeuta nos aconsejará sobre las medidas adecuadas para corregir nuestra biomecánica de la marcha / carrera. |  |  |  
 Revisar la técnica de carrera, así como intercalar distintos tipos de entrenamiento y de superficie pueden mejorar las molestias, y tener en cuenta, si entrenamos sobre una pista de atletismo, de no dar siempre las vueltas en el mismo sentido, alternando el lado por el que entrar a las curvas.
   ¿Qué pueden hacer el  fisioterapeuta y el médico especialista?
 
        Prescribir medicación antiinflamatoria como  ibuprofeno.
 
Aplicar una férula de yeso durante 3 semanas si  la situación lo requiere.
 
Tratar la musculatura afectada por medio de ultrasonidos, corrientes antiinflamatorias y analgésicas, diatermia, masaje con hielo, tratamiento de puntos gatillo, terapia manual de partes blandas perilesionales, estiramientos analíticos de la pierna, etc...
 
Asesorar en las medidas pertinentes para la corrección de la hiperpronación si ésta es la causa de la lesión. Una cuña supinadora de retropié puede mejorar las molestias y descargar la zona afectada. 
 
Asesorar asímismo sobre el fortalecimiento / estiramientos adecuados para luchar contra el desequilibrio muscular, así como poner una pauta adecuada de entrenamientos.  
 
Administrar una inyección de esteroides en la  vaina del tendón, nunca en el propio tendón, si todo lo aplicado anteriormente no funciona. Después hacer reposo.
 
Si todo lo anterior falla o si el tendón se ha roto  completamente, operar, ya que éste es un tendón muy importante que mantiene el arco del  pie. |