¿Qué es la lesión de Lisfranc?
La lesión de Lisfranc o la fractura-luxación de Lisfranc es rara en el mundo del deporte
Si se deja sin tratamiento puede acarrear consecuencias graves. Si se sospecha esguince
del pie, debe también considerarse una posible lesión de Lisfranc.
El término articulación de Lisfranc hace referencia a las articulaciones tarsometatarsianas,
en las que se unen los huesos largos del pie (metatarsianos) con los huesos más pequeños
(huesos del tarso). Jaques Lisfranc fue un cirujano del ejército de Napoleón que describió una operación para una amputación que incluía a esta articulación.
¿Cuáles son los síntomas?
- Dolor en la región media del pie con dificultades a la hora de soportar peso sobre el pie.
- Algún tipo de deformidad ósea, a pesar de que no siempre es este el caso.
- Tumefacción del pie.
- Hipersensibilidad en el pie.
- Dolor al imprimir flexión plantar (la punta del pie hacia abajo), sobre todo si se produce una rotación simultánea.
¿Qué puede hacer el deportista?
- Consultar con el fisioterapeuta o el médico.
¿Qué pueden hacer el fisioterapeuta y el médico?
- Se requiere una radiografía con el pie en carga.
- Esta lesión pasa a menudo desapercibida incluso con una radiografía, por lo que si aún siendo negativos los hallazgos radiográficos el fisioterapeuta sospecha una lesión de este tipo: Se requerirá una MRI para confirmar el diagnóstico.
- Si se confirma, se colocará una férula de yeso por debajo de la rodilla con una lámina debajo de los dedos. De esta manera quedará inmovilizada la articulación, aunque a veces se requiere la utilización de agujas o alambres para alcanzar una mayor fijación.
El tratamiento dependerá, por lo tanto, de la gravedad de la lesión. Se requerirá una reducción anatómica precisa de los huesos mediante una férula de yeso que se mantendrá alrededor de 4 a 6 semanas. Después de esto, se deberán realizar ejercicios generales de rehabilitación del pie y de la parte inferior de la pierna para reestablecer la movilidad, la fuerza y la propiocepción. |
